¿y en el sector textil? ¿y en el de la construcción?
Gravísimo: del gobierno tampoco
Extracto de notas de La Verdad Obrera de esta semana. Hacé click en los títulos para leerlas completa.
(…) Aunque Cristina Kirchner metió presión con la presencia de Tomada, en la reunión con la Mesa de Enlace no se discutió ningún tema relevante para los trabajadores del campo. El Ministro de Agricultura sólo comunicó créditos a tasa cero a los “productores” trigueros y a tasas subsidiadas a otras producciones, a lo que se sumó la medida de la liberalización del saldo exportable de trigo.
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Todos estos malabares de lo que dan cuenta es que el “modelo” de los K favoreció la agriculturización, con preponderancia de soja sobre el resto de los cultivos, llevando a la caída de la producción de otros alimentos. Aunque algunos presentan cierta recuperación, es insuficiente. La sojización se impone gracias a su gran rentabilidad (…)
(…) Más allá de la demagogia de Cristina Kirchner, de los discursos contra la Rural de 6-7-8, las relaciones de esclavitud y semiesclavitud en el campo permanecen intactas y garantizadas por el Régimen Nacional de Trabajo Agrario aprobado por la Ley N° 22.248 de la dictadura de Videla. Si existiera un momento de descanso para los peones rurales ellos podrían preguntarse: ¿Qué hizo este gobierno para acabar con esta forma de explotación aberrante y legendaria?
El trabajo esclavo no sólo existe en el sector rural, abundan también los ejemplos en la industria textil. Pero si la reducción a la servidumbre es un extremo aberrante, también es deplorable que una enorme proporción de la clase trabajadora está trabajando en negro, tercerizada, contratada y hasta desocupada.
El gobierno y Hugo Moyano suelen jactarse de haber dejado atrás el menemismo con “la vuelta de las paritarias”. Pero se olvidan de decir que los trabajadores que pueden negociar un salario es sólo una parte de la clase obrera. El resto está sometido a la completa arbitrariedad patronal y les tocan todas las formas de precarización laboral.
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El “modelo K” se basa en sostener estos aspectos fundamentales de la política neoliberal con respecto a las condiciones laborales. La desocupación bajó pero en su gran mayoría quienes fueron incorporados al trabajo ha sido bajo condiciones precarias. En esta realidad se apoya uno de los grandes secretos de la ganancia empresaria y del crecimiento económico.(…) Los trabajadores en negro, precarios, tercerizados o bajo régimen esclavo. Un sector de obreros que fluctúa, entra y sale de la producción de acuerdo a las necesidades patronales, es usado para “reducir costos”, dividir a la clase obrera, aumentar la productividad, contener los reclamos y evitar la lucha obrera.
(…)¡en los hornos de ladrillo se explotan niños de hasta 4 años! Y prometen más inspecciones contra esta modalidad. ¡Increíble! Hace por lo menos una década que se sabe oficialmente que Mendoza es la capital del trabajo infantil; los ajeros denunciaron nacionalmente esta situación, e incluso existen numerosas denuncias sobre la situación de los hornos de ladrillo de esta provincia. Las inspecciones del gobierno son un fiasco: se comprueba la situación y se multa a las patronales, que ya tienen conformados fideicomismos por si tienen que pagar “un vuelto” de mil a cinco mil pesos por cada niño que le encuentren. Pero la realidad es que la rutina legal de las multas está tan aceitada a favor de las patronales, que en los seis primeros meses del 2008 de 30 infracciones levantadas por trabajo infantil, solo 2 tuvieron sentencia firme y fueron cobradas. De esta forma, las inspecciones sólo sirven como distractor de una realidad, que es que el 30% de los alumnos de escuelas primarias mendocinas están sometidos a trabajar.
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Alineado con Duhalde y la Mesa de Enlace, Venegas representa para el gobierno un enemigo que hay que derrotar para mejorar su posición en la mesa de negociación con las patronales del “agropower”. Efectivamente esta campaña contra el trabajo esclavo, que no ha implicado ningún anuncio nuevo en relación con la legislación laboral videlista (aun cuando el año pasado habían intentado mostrar intenciones de darle curso a una nueva ley de trabajo rural), parece representar una nueva maniobra de Tomada para apuntar contra el monopolio de la UATRE, y abrir paso al moyanismo.
En los lugares donde los caudillos de la CGT kirchnerista tienen la representación de enormes destacamentos de trabajadores rurales (como en la fruta y la hortaliza), su rol no es distinto que el de la UATRE, ni la condición de los trabajadores cualitativamente distinta.
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Por más que se esfuercen en acusarse mutuamente sobre quién es el responsable de la situación obrera en el campo, es indiscutible que allí donde son patrones de estancia, cada uno se sirve del sometimiento de miles y miles de obreros.
Los únicos que pueden romper estas condiciones de esclavitud son los propios trabajadores, superando las divisiones impuestas artificialmente por los patrones, organizando sindical y políticamente a los sectores más explotados del campo junto a sus hermanos de la ciudad con una política clasista y revolucionaria, como la que impulsan los dirigentes clasistas del sindicato ajero de Mendoza y del citrus tucumano, entre otros, junto a los dirigentes de Zanon y Kraft en el plenario nacional de trabajadores clasistas del sindicalismo de base.Publicado originalmente en observatoriomarxistademedios.blogspot.com
Todo el modelo K es explotador. Mientras se siga negando la libre agremiacion y los trabajadores no puedan armar sus propios sindicatos y elegir libremente quienes los representen, el sistema laborar roza con la esclavitud, para muestra solo falta ver que los sindicatos estan dirigidos hace decadas por los mismos dirigentes sindicales traifores y burocratas, uchos de ellos puestos por la intervencion militar de la Dictadura.
ResponderEliminarSaludos
ponganse a laburar y no fumen tanto chicos.
ResponderEliminarJuan.