No es casual que por esta horas, cuando la Policía se encuentra cuestionada por el macabro resultado de la "investigación", que sus voceros oficiosos como el canal C5N ya estén justificando que el cadáver de Candela se encontraba en las cercanías de su casa "gracias a la presión de las fuerzas policiales". Una operación política para convertir a los victimarios o sus cómplices en héroes. En las próximas horas y días estaremos frente a una operación de demonización de toda la familia de Candela. Sin tomar partido, no podemos menos que decir que es una verdadera canallada si no se apunta al Estado en la raíz de semejante crimen.
Un crimen aberrante que hay que esclarecer
Por una comisión investigadora independiente
El brutal y aberrante crimen de Candela Rodríguez conmovió en lo más profundo a todo el pueblo trabajador. Once días de infructuosa búsqueda, que incluyó la incesante movilización de las docentes y compañeros de la escuela 28 del barrio Cartero de Hurlingham donde iba Candela, junto a centenares de vecinos y hasta gran parte de la comunidad artística, culminaron con el macabro hallazgo de su cuerpito sin vida.
Cuesta entender la naturaleza, los móviles y la frialdad de quienes perpetraron semejante crimen. Bronca, odio, impotencia es lo que sentimos millones en todo el país.
Los medios se juegan a que se trata de un ajuste de cuentas de mafias "piratas del asfalto", del cual el papá de Candela -preso- sería parte de una de ellas. La otra hipótesis hablaba de que Candela había sido víctima de una red de trata de mujeres. De cualquier manera el crimen se enmarca en hechos en los que el Estado y sus fuerzas policiales comúnmente son sus promotores o tiene funcionarios involucrados en lo que se da en llamar "bandas mixtas".
Daniel Scioli se hizo presente junto con la mamá de Candela cuando el reconocimiento del cadáver, luego de haber manifestado una "activa" preocupación en los últimos días. No podemos más que observar que el gobernador es el responsable de la Policía Bonaerense que es una de las fuentes principales del crimen organizado. No puede existir el narcotráfico, los desarmaderos de autos robados, los prostíbulos y la trata de mujeres, los secuestros extorsivos y los piratas del asfalto, sin el concurso del Estado. El Servicio Penitenciario es parte de la red: mientras tortura a jóvenes detenidos sin condena firme, utiliza a otras personas privadas de su libertad para cometer crímenes de distinta alevosía.
No es casual que por esta horas, cuando la Policía se encuentra cuestionada por el macabro resultado de la "investigación", que sus voceros oficiosos como el canal C5N ya estén justificando que el cadáver de Candela se encontraba en las cercanías de su casa "gracias a la presión de las fuerzas policiales". Una operación política para convertir a los victimarios o sus cómplices en héroes. En las próximas horas y días estaremos frente a una operación de demonización de toda la familia de Candela. Sin tomar partido, no podemos menos que decir que es una verdadera canallada si no se apunta al Estado en la raíz de semejante crimen.
Junto con la denuncia a la política del gobierno de evitar toda investigación sobre las fuerzas represivas, resulta necesaria sostener una tajante delimitación política con quienes "a río revuelto" quieren aprovechar para avanzar en el cercenamiento de las libertades públicas ("mano dura", pena de muerte, etc.) o, lo que es lo mismo, en fortalecer a las fuerzas represivas del Estado. Más allá de los discursos, el kirchnerismo votó las denominadas "leyes Blumberg" en el Congreso en 2006, leyes que fueron en ese sentido. Luego arremetieron con la baja de edad de imputabilidad, para criminalizar a los adolescentes pobres. En los últimos meses militarizaron el sur de la Ciudad de Buenos Aires, repitiendo la experiencia del Gran Buenos Aires. Nunca se investigó seriamente el secuestro y la desaparición de Jorge Julio López, hecho que cumple cinco años el domingo 18 de setiembre y del cual no hay un solo imputado. El Kirchnerismo, Felipe Solá y Daniel Scioli dejaron en sus mandos a los más de 9.000 efectivos de la Bonaerense que actuaron en la dictadura bajo el mando de Camps y Etchecolatz. El progresismo K es sinónimo de la bancarrota de las libertades públicas más elementales.
Todas las fuerzas estatales están en el banquillo de los acusados.
La única forma de esclarecer en serio la triste muerte de Candela es poniendo en pie una comisión investigadora independiente del Estado con plenos poderes, conformada por sus familiares, las trabajadoras docentes de la escuela de Candela, los organismos de derechos humanos independientes del gobierno y personalidades consideradas intachables por el pueblo trabajador.
Juicio y castigo a los culpables del secuestro y asesinato de Candela Rodríguez.
Por Guillo Pistonesi
Fuente: http://www.pts.org.ar/spip.php?article18839
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