Como si fuera una novedad, los medios de difusión de la burguesía, plantean el trágico accidente del FFCC como "lo nuevo" y lógicamente, ese tratamiento de la noticia, está mediado por la defensa de intereses políticos.
Es que como nos tiene acostumbrada la trompeta de la Noble famila y Magnetto (¿por que no piden ya los K que devuelvan a los nietos?¿por que no piden los K que CFK abra los archivos?) acusan al gobierno de la "falta de obras públicas" cínicamente, obviando los mas de 90 años que tiene el "proyecto" de soterramiento de los trenes. Y por ende, la responsabilidad que tiene en su "no realización" todos los gobiernos "democráticos" y "de facto". Por ende, el capitalismo argentino y la clase burguesa, de conjunto.
Por su parte, en 12 páginas el vocero oficial intenta buscar el chivo expiatorio, que como en la tragedia de LAPA -de la cual los únicos procesados y hasta donde sabríamos, juzgados, son los pilotos. Desde ya, están sin vida. ¿El empresariado? ¿la policia aeroportuaria? ¿la Fuerza Aerea? Bien gracias- parecería ser el colectivero que "no disminuyo la velocidad" para cruzar la vía, con la barrera semi rota, como comúnmente sucede y por eso se ponen banderilleros, que muchas veces no están. ¡¡Inconcevible que en pleno siglo XXI, con tecnópolis de por medio, haya que utilizar BANDERILLEROS!!
Desde ya, ninguno de los escribas de la burguesía se puso a pensar en el que tendrá que ver el sistema capitalista con esta tragedia. ¿Por qué no lo hacen? ¿Será que Eduardo Videla o Carlos Rodriguez, periodistas de no tanto renombre como Horacio "macartista sui generí" Vertbisky, piensan que es el sistema y no los trabajadores los responsables y no lo pueden decir para que no los rajen de su trabajo? ¿será que en realidad quieren ser como su jefe? Es otra cuestión esa. Lo cierto es que en ninguna de esas notas se analiza a fondo que está por detrás de la "impurdencia" del chofer. Si esa "imprudencia" se debe a que las enfermedades laborales -como la tendinitis- no son reconocidas por la ART, y desde ya, por el Gobierno de CFK, producida por las incansables horas de trabajo que los colectiveros (como el papá de CFK) tienen que hacer para que la patronal no sospeche de un posible insubordinado en el puesto de trabajo. Está demostrado, como el caso de Victor Ottoboni de FATE, los trabajadores de Disco, los ceramistas de Zanon, los ferroviarios del ex Roca y los miles porcesados por luchar bajo este gobierno, que no es fácil ser revolucionario en estos tiempos de dictadura burguesa. Máxime, cuando están por cumplirse 5 años de la segunda desaparición de Julio López, y a pocos meses de los 3 años de la desaparición de Luciano Arruga.
Es que CFK habla cual borracha de votos contra los trabajadores preparando el terreno "por si acaso la crisis golpea pronto", fomentando un "sentido común" anti-compañero. Y envalentonando tras de sí, a los empresarios y milicos. Mientras tanto, las consecuencias del capitalismo, la siguen pagando los trabajadores y el pueblo como sostiene nuestro compañero Flavio Bustillo acá. Hoy nuevamente 90 heridos en el accidente en el premetro.
eFePé
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