Festejos K: la expropiación de YPF y el triunfo de Menem

Lo patético de los kirchneristas es que, luego de un tiempo de hibernación, durante el cual se nos escondían con tal de que no le discutiéramos los dichos contra los docentes de Gorila Fernández de Kirchner, el Proyecto X o los crímenes anunciado de Once y el temporal, ahora se envalentonan con lo de YPF, creyendo que este gobierno del Nunca Menos puede ir por más, y quieren discutir con los troskos las "expropiaciones socialistas" de La Cristina. Patético. 

Sobre las limitaciones y trampas de la nacionalización algunos compañeros del PTS ya se han pronunciado acá. Sin embargo, aun sin llegar a planteos tan elaborados, el punto de partida espontáneo de quienes nos reivindicamos de izquierda era: 1) recordar que YPF fue privatizada por Menem pero con el apoyo de los Kirchner, 2) marcar que en estos tiempos el gobierno “nacional y popular” no hizo nada para evitar el vaciamiento de YPF por parte de Repsol, y 3) señalar que el saqueo, ahora denunciado por el gobierno, lo realizan todas las petroleras que operan en el país, hecho que nos ha llevado a la actual crisis energética. Por ello la única salida posible está en estatizar sin pago de indemnizaciones la totalidad de los recursos de nuestro suelo y ponerlo bajo control de los trabajadores.

“Bla bla bla. Ustedes troskos, son siempre lo mismo. No admiten una a favor del gobierno” nos dicen, y agregan “Están calientes porque Cristina les metió la tapa”

Bueeeno, uno ahí ya no sabe bien que decir; porque uno pelea por el socialismo y el poder obrero, así que gansada semejante, cuando te la dicen tan convencidos, medio que te descoloca.

Más allá de esto, nos interesa señalar que si bien, el punto 3 y la salida expropiatoria del total de los recursos energéticos son esgrimidos únicamente por los trotskistas, los puntos 1 y 2 son mencionados por todo el arco opositor, incluso por la derecha macrista, hija del menemismo.

¿Hija del menemismo? Seguro, ahora hija única no, ni a palos

¿Qué tienen en común Néstor Kirchner y Mauricio Macri? Que los dos en los ’90 opinaban que Menem era el mejor presidente que podíamosh tener los argentinos. Esta efemérides, tan asociada a la privatización de YPF es la que hoy más le jode a los kirchneristas. Por eso mismo, su aparato mediático ya está ensayando una nueva respuesta. El Caballero Canalla escribía: “Ayer mismo, después de que la presidenta anunciara que YPF vuelve a manos argentinas, no faltaron los que le salieron a recordar que, desde Santa Cruz, ella y su marido votaron la privatización en los ’90. Como si el pasado y el presente fueran una misma cosa, sin experiencia histórica de por medio.”

Ahora bien, una cosa es la experiencia histórica y otra los intereses del momento. Los políticos burgueses tienen intereses del momento: a los Kirchner en los ’90 les interesaba el vagón de guita que les entraba por la venta de YPF y hoy les interesa reconstruir su imagen por izquierda y emparchar de alguna manera el agujero que provoca las importaciones de combustibles. Los que sin duda deben tener experiencia histórica, son los trabajadores. Por eso mismo es necesario tener memoria y denunciar que quienes fueron cómplices de la privatización y el saqueo no son los que van a solucionar los problemas estructurales que tenemos. Y no lo son porque este gobierno tiene tanto de menemismo como nada de marxismo. Como ejemplo, podríamos recordar los escándalos de corrupción que terminaron con las renuncias del secretario de transporte Ricardo Jaime (uno de los máximos responsables del actual estado de los transportes) y del secretario de medios Pepe Albistur. Pero para que irnos tantos meses atrás, si el actual vicepresidente, el pibe de la UCeDe, Amado Boudou, está hoy mismo metido en un escándalo de corrupción con tanto glamour menemista, que nos recuerda que los políticos de la burguesía suben para hacer sus propios negocios y festejarlos con pizza y champán. Debe ser por eso, debe ser, que los kirchneristas se aprestan a festejar los diez años del triunfo de Menem en las elecciones del 2003. Aunque Página 12 diga lo contrario.